La Toxoplasmosis es una infección causada por el parásito Toxoplasma gondii. La prueba de la toxoplasmosis detecta y mide en sangre los anticuerpos que el sistema inmunitario produce en respuesta a la infección, o detecta el material genético (ADN) del parásito en la sangre. La prueba se realiza para detectar y diagnosticar una infección reciente o antigua.
También se le conoce como toxoplasma IgG.
No requiere ayuno, se recomienda no haber realizado comidas fuertes o alimentos altos en grasa en las últimas horas antes de tomar la muestra.
Infección pasada o reciente por Toxoplasma gondii
El examen se realiza cuando el doctor sospecha que usted tiene toxoplasmosis. La infección es un peligro para el bebé en desarrollo si una mujer embarazada se infecta. También es peligrosa en personas con VIH/SIDA.
En mujeres embarazadas, el examen se realiza para:
La presencia de anticuerpos antes del embarazo probablemente proteja al feto contra la toxoplasmosis congénita. Sin embargo, los anticuerpos que se desarrollan durante el embarazo pueden significar que la madre y el bebé están infectados. Esta infección durante el embarazo incrementa el riesgo de aborto espontáneo o anomalías congénitas.
Este examen también puede hacerse si usted tiene:
<6.5 UI/mL NO REACTIVO – No se detectan anticuerpos IgG anti-Toxoplasma.
>6.5, ?8 UI/mL INDETERMINADO – Repetir en 2-4 semanas.
>8 UI/ML Reactivo – Se detectan anticuerpos IgG anti - Toxoplasma
Para el análisis de la muestra de sangre se aplica la metodología de inmunoquimioluminiscencia, esta es un tipo de inmunoanálisis que consiste en medir sustancias que habitualmente están presentes en nuestro organismo a concentraciones que no se pueden medir con precisión mediante otros análisis más simples.
La inmunoquimioluminiscencia utiliza como marcador una sustancia quimioluminiscente, es decir, una sustancia que produce luz cuando es excitada por la energía química. Las emisiones de luz de la sustancia marcada se miden con un detector de luz.